domingo, junio 01, 2008
- PREOCUPANTE -

Preocupantes cifras de mortalidad infantil
De acuerdo con datos recientes dados a conocer por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, en 2007 hubo en esa provincia 3530 muertes infantiles, un 7,6 por ciento más que en 2006. Dicho en otros términos, significa el deceso diario de casi diez criaturas, pertenecientes en su mayor número al conurbano bonaerense y, sobre todo, al populoso distrito de La Matanza, donde falleció el 10 por ciento del total considerado. Llama la atención en las cifras difundidas el aumento señalado, alternativa que suele presentarse, pero que reclama la mayor preocupación a fin de establecer las causas y su necesario control.
Al respecto, el subsecretario provincial de Coordinación y Atención a la Salud, Alejandro Colia, expresó que la mortalidad registrada estaba influida por "un problema estructural" determinado por "la pobreza, la falta de cloacas, de agua potable, de calefacción y de educación". De ahí -concluyó- que se buscase ampliar la atención primaria y se intensificase la actividad de los equipos de promotores de salud en las zonas donde ese problema es más agudo. Es evidente que las medidas mencionadas pueden arrojar un beneficio inmediato, pero no corregirían en nada el grave problema estructural aludido por el funcionario.
Cabe observar, por otra parte, que la información dada por el Ministerio de Salud es incompleta y poco clara porque no especifica, como suele hacerse, si las cifras se refieren a defunciones ocurridas en el primer mes de vida (mortalidad neonatal) o en el primer año (mortalidad posneonatal).
Esta incertidumbre subsiste cuando se citan los males causantes de muerte (afecciones perinatales, malformaciones congénitas, prematurez y bajo peso), que son causas endógenas típicas de las defunciones neonatales, lo que no guarda coherencia con la mención que luego se hace de la incidencia del problema estructural en la mortalidad, ya que se refiere a formas de causalidad exógena, que gravitan, sobre todo, en las defunciones posneonatales. Es oportuno recordar que es en este campo de las afecciones infantiles donde más ha progresado la pediatría en los últimos 50 años, merced al empleo de los antibióticos, las vacunaciones masivas, las mejores formas de nutrición. En cambio, siempre fueron de más dificultosa prevención y tratamiento las afecciones neonatales.
Es plausible, desde luego, que al conocerse los datos acerca del siempre inquietante tema de la mortalidad infantil se presentara un pedido de informes en la Cámara de Diputados bonaerense a fin de conocer con amplitud la realidad actual del problema y las medidas adoptadas para su reducción, cuestión de interés constante y vinculada significativamente con las carencias que sufren sectores de nuestra sociedad que parecen anclados en la indigencia, lo que redunda gravemente en la atención y el cuidado de la salud infantil.