Join the Blue Ribbon Online Free Speech Campaign
Join the Blue Ribbon Online Free Speech Campaign!

Support WWF Sitios Argentina.com.ar El Catalejo, Portal de cultura Support WWF's campaign against toxic chemicals Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Find out more about endangered species [EFC Blue Ribbon - Free Speech Online]
Unite!: SE HABLA ESPAÑOL Iscritto su CercaBlog.com la blogoteca La Gioconda interactiva - Mona Lips-synch - Exhibition Images in Paris - Cité des Sciences, France ArgenBlogs Page copy protected against web site content infringement by Copyscape  Bitacoras.com Take action online with WWF

miércoles, diciembre 12, 2007

- ANTINOMIAS -





El daño que provocan las antinomias


Con el final de una administración política no concluyen los problemas del país. Se prolongan a la administración que sigue y su resolución o no, y hasta su potenciación, depende de los actos que aquélla produzca. Sin embargo, en toda transición entre un período y otro se abre siempre, como es natural, la esperanza de cambios en una dirección mejor que la preexistente. Y es esto así, al margen de las evidencias que pueda haber sobre las semejanzas, mucho más que sobre las diferencias, respecto de la sucesión de gobiernos.

Entre las cuestiones que deberían demandar corrección y suscitar el mayor interés de la nueva presidenta figura nada menos que el concepto práctico de nacionalidad como vínculo histórico y destino común de los argentinos. La idea de Nación está degradada en la Argentina, y a su enaltecimiento no puede sentirse ajeno quien rija los destinos del país.

El quinto país productor de alimentos, como es el nuestro, ha expulsado millones de compatriotas en las últimas décadas. Es mucho lo que se ha discutido sobre el número exacto de quienes han integrado el éxodo, pero sólo en los Estados Unidos la tasa de residentes originarios de la Argentina impresiona por su significación.

Gobiernos maniqueos -militares y civiles, sin distinción- han cristalizado un caprichoso país de buenos y de malos, en lugar de dedicarse a la consolidación de un sistema de valores compartidos por la ciudadanía, y han ahondado los rencores que nos separan, en vez de estimular las coincidencias que unen por encima de la diversidad que enriquece la unidad que está en la base de una nación.

En América latina, de la que nuestro país es parte esencial, se ha ido instalando últimamente una cuestión que suponíamos superada desde los tiempos de la ruptura con el poder colonial, pronto hará dos siglos: la de la secesión como recurso de última instancia para dirimir problemas que la política convencional se muestra incapaz de resolver en sociedades fragmentadas. El solo hecho de que como hipótesis prospere la conjetura sobre el curso inédito en que podrían derivar en Bolivia los gravísimos conflictos institucionales que la aquejan es una señal de alerta para los países vecinos. La historia nos ha enseñado de qué manera el efecto del contagio se ensaña con los cuerpos sociales, no sólo con la fisiología de los individuos.

En tiempos de convulsión en diversos escenarios del continente, deben extremarse los cuidados sobre la continuidad histórica de la Nación. En el caso argentino, deben repararse con urgencia inigualada las heridas -sujetas al reiterado desdén de quienes carecen de visión histórica- que existen en la articulación de la comunidad nacional y evitarse la propagación de lo que tienda a dividirla aún más.

En un país de múltiples y malsanas antinomias como el nuestro, se ha actualizado recientemente, con más vocación por el desgobierno que por la responsabilidad de interpretar correctamente el papel insustituible de los sectores básicos de la producción nacional, el enfrentamiento entre la industria y el campo. El resentimiento de unos pocos o la viveza criolla de algunos más -ambos elementos decisivos del proceso de involución nacional de más de medio siglo- han logrado sumar aquella absurda antinomia a otras dicotomías no menos lesivas para la argentinidad.

Las antinomias, por decirlo con palabras de Ferrater Mora en su Diccionario de filosofía , son conflictos entre ideas, proposiciones, actitudes. A esa definición cabe completarla con la observación de que las ilusiones de la razón y el desenfreno de las pasiones tienden a agigantar y perpetuar aquellos conflictos como contradicciones por oposición a cualquier entendimiento superador de los desencuentros del pasado.

¿Hasta cuándo proseguir, en efecto, con la antinomia irresoluble de peronistas y antiperonistas? ¿Hasta cuándo prolongar la falsa disyuntiva entre seguridad o gatillo fácil mientras crece el espanto por la ola de asaltos y crímenes innúmeros? ¿O hasta dónde extender la premisa de que los derechos de los ciudadanos no tienen en el cumplimiento de los deberes que les incumben la contrapartida lógica que los hace posibles?

Alguna otra antinomia, por fortuna, entre las muchas que surcan con su fiero tajo la sociedad argentina, parecería en retirada después de haber incursionado como un relámpago por el espacio político: religión y ateísmo. Pero no se trata de hacer una enumeración más o menos exacta de los fenómenos que acentúan la predisposición argentina por las afirmaciones dogmáticas que mellan la unidad de fondo de la sociedad, sino de exponer el problema a la consideración general. Debe explicarse con perseverancia docente lo que supone su continuidad perniciosa en el tiempo.

No se trata de estimular ejercicios de frívola o forzada simpatía por lo que otros sienten y piensan, sino de la necesidad de actuar con una voluntad de empatía que facilite la comprensión recíproca. Así como no hay derechos absolutos, tampoco hay verdades que se hayan construido sin contribuciones ajenas. "Nada hay solitario y estanco", decía Ortega.

Entre el blanco y el negro, la naturaleza ha puesto ante nuestros ojos la infinitud de una coloratura de matices intermedios. Ese legado es una metáfora que insta a la deposición de dogmatismos estériles, a bajar los decibeles en las interpretaciones de un puro determinismo gozoso ante la perpetuación de antinomias que tanto han dañado el espíritu nacional.

Con la perspectiva de quien conducía la institución cuyas miras universales están por encima de las fronteras siempre estrechas de un único país, Juan Pablo II observaba: "Manejar el patrimonio histórico y cultural de la Humanidad significa prestar fe y conformidad a todo lo que otros han hecho por mí". Son palabras para emular entre nosotros y para reflejar en nuestra conducta ante el mundo.

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Silktide SiteScore for this website BlogItalia.it - La directory italiana dei blog Herramientas para blogs y paginas web href="http://www.blogs.com.br" target="_blank">O Ponto de Encontro dos Blogueiros do Brasil
adopt your own virtual pet!

Get your own calendar

get peeptin @ flooble
adopt your own virtual pet! myspace layouts, myspace codes, glitter graphics British Blog Directory Scottish Blogs. English Blog Directory. British Blog Directory. Welsh Blogs. Northern Irish Blog Directory. Wannabe Expat - BritBlog myspace layouts, myspace codes, glitter graphics myspace layouts, myspace codes, glitter graphics EnTrETeNhA-Me Depósito do Calvin Firefox
Página de recogida de firmas: http://sidar.org/firmas.
La Gioconda interactiva - Mona Lips-synch - Exhibition Images in Paris - Cité des Sciences, France Listed on the ArmchairGM Sports Blog Index BritBlog Needs You!