miércoles, septiembre 19, 2007
- CONFIANZA -
En busca de más confianza
La confianza en la Justicia sigue deteriorándose. Pero los jueces dicen haber advertido, finalmente, que es necesario adoptar soluciones.
El Indice de Confianza en la Justicia elaborado por el Foro de Estudios para la Administración de Justicia (Fores) y la Universidad Torcuato Di Tella indica que apenas el 46,5 por ciento de los encuestados tiene cierta ponderación positiva respecto del Poder Judicial.
El resultado parece malo, pero cuando se lo mira de cerca es más desalentador aún.
En primer lugar, porque el índice cae, sin pausa, desde hace un año y medio y se estacionó en niveles bajos.
En segundo lugar, porque mientras el 67 por ciento de la población está dispuesto a concurrir a la Justicia para solucionar sus problemas, tan sólo el 26 por ciento confía en que los jueces son honestos, eficientes e imparciales.
Esto tiene dos interpretaciones posibles: o la población padece de esquizofrenia y opta por buscar en un Poder Judicial que considera poco eficiente la solución de sus problemas o, por el contrario, hay que aceptar que la población concurre a la Justicia para solucionar sus problemas porque no tiene otro remedio. Por ejemplo, porque si no hace la denuncia de un delito no podrá cobrar el seguro. Pero las ilusiones no abundan.
Los jueces, que hace diez días se reunieron en Salta, admitieron que los juicios son excesivamente prolongados.
Principalmente es responsabilidad de los jueces no haber sabido organizar el poder que integran ni haber sabido cumplir con los procedimientos y plazos que establecen las leyes. Claro que otros sectores también tienen su cuota de responsabilidad: los abogados nunca hicieron un lobby muy fuerte para lograr una mejora el sistema ni tampoco el gremio de los empleados judiciales piensa que la Justicia es un servicio.
Cuando la semana última la Corte Suprema dispuso que los tribunales y juzgados deben llevar planillas de asistencia para los empleados -como hace cualquier empresa-, el gremio criticó el elitismo judicial. Un absurdo.
Los jueces entienden que para mejorar la Justicia necesitan: contar con un presupuesto autárquico; que el Consejo de la Magistratura y el Presidente, de una vez por todas, resuelvan cubrir las cientos de vacantes abiertas en todo el Poder Judicial; establecer procesos de mediación y de menor cuantía que descongestionen los tribunales; promover la informatización, y, por último, impulsar un programa de capacitación judicial de jueces y empleados.
El diagnóstico realizado por los jueces y las soluciones propuestas (los jueces omitieron extender el horario de trabajo a 9 o 10 horas, como cualquier ciudadano) son buenas.
Pero el Poder Judicial no necesita reformas graduales, sino una verdadera revolución cultural y que los poderes Ejecutivo y Legislativo comprendan que la existencia de un Poder Judicial fuerte es un dato de las democracias desarrolladas.
Por Adrián Ventura
La NaciÓN - Opinión