lunes, junio 25, 2007
- GOLBALIZACION -
El mundo es PRO
Por Diego Ramiro Guelar
La Argentina tiene buenos amigos en todo el mundo. Desde centroizquierda hasta centroderecha, países y hombres y mujeres de Estado vienen siguiendo con preocupación el desmoronamiento político-institucional de nuestro país: el autoritarismo creciente, la suma del poder público concentrado en el matrimonio pingüino, la desaparición de los partidos políticos históricos (peronismo y radicalismo), la inexistencia de mecanismos de control republicanos, la falta de estadísticas y cifras confiables más la crisis energética y los múltiples conflictos (reales o inventados) con vecinos y países lejanos que van desde China hasta Finlandia.
A nadie se le ocurre pensar que Argentina pueda ser invadida por alguien para corregir nuestros desvaríos internos.
Todos confían en que la sociedad argentina encuentre su autoequilibrio constituyendo una propuesta alternativa al actual oficialismo que tenga suficiente fuerza para desafiar y, eventualmente, derrotar al pingüino o pingüina en octubre próximo.
Ayer se consagró la fuerza política –PRO– y el dirigente –Mauricio Macri– con la vocación de liderar la construcción de esa alternativa.
Ya no hay un pelotón informe de figuras con bajo registro electoral y cuitas personales incomprensibles.
La Ciudad de Buenos Aires ha dado una señal contundente
Esta no fue una elección local y todos sabemos que no lo fue (incluyendo al Sr. Presidente).
Así lo entendieron los dirigentes que vinieron personalmente desde el exterior (Jorge Moragas, secretario general del PP español, Manuel Espino, presidente del PAN mexicano, César Maia, intendente de Río de Janeiro y presidente del principal partido opositor brasileño) y los cientos de políticos y diplomáticos que nos hicieron llegar primero sus palabras de aliento y luego la más calurosa de las felicitaciones.
Desde afuera quieren lo mismo que queremos la mayoría de los argentinos: crecer con justicia social, vivir en plena democracia y creer en un destino mejor que haga “La Felicidad del Pueblo y la Grandeza de la Nación”. El General Perón así lo pregonó, pero lo dejó inconcluso. Hoy lo construiremos todos los argentinos.
*Secretario de Relaciones Internacionales de PRO