miércoles, abril 25, 2007
- TRANSITO -
¿Falta de educación vial o falta de respeto?
Nos encontramos como siempre en tratar de separar lo inseparable. En realidad, sería prudente reconocer que el argentino en general tiene un escaso apego a cualquier tipo de norma, exige a los demás el cumplimiento, pero llegado el momento de cumplirla, pretende consigo mismo una excepción.
En cuanto a la educación vial, esta no es la excepción. ¿Cómo se manifiesta? Lo vemos a diario: vehículos estacionados en avenidas, vehículos estacionados sobre la margen izquierda, vehículos estacionados sobre la senda peatonal, vehículos estacionados obstruyendo la bajada para discapacitados, vehículos estacionados sobre la ochaba, vehículos estacionados en doble fila, vehículos que cuando van a girar no utilizan la luz de giro, vehículos que pasan semáforos en rojo, vehículos que no respetan las velocidades máximas por donde circulan, vehículos que no respetan las velocidades máximas de cruces de calles y avenidas, vehículos que no respetan la prioridad de paso, derecha, subida, pasos a nivel, etc.
Las excusas: "estoy apurado", "es solo un momento", "voy a comprar algo y vuelvo", etc. Siempre la excepción justificada de algo injustificable por propia comodidad, en perjuicio de los demás y el incremento innescesario del riesgo de accidentes.
Cada maniobra, cada uno de los hechos mencionados, no hace más que potenciar la ya, más que alarmante cifra de accidentes. Y como último dato, hoy por hoy reparamos en los muertos, pero no mencionamos aquellos, quienes quedan con daños permanentes, todo por la irresponsabilidad que genera nuestra propia comodidad, y el supuesto derecho de creerse con derechos por sobre los demás.
Veamos entonces si estas faltas de respeto, se pueden constatar en todos los ámbitos, lo que genera esto a nivel sociedad, no es nada más ni nada menos, la crítica internacional que pesa sobre nuestro país.
Agradezco la posibilidad que brinda en este espacio, para que podamos expresar nuestras ideas y pensamientos, a fin de poder aportar nuestro grano de arena, para que en algún momento de nuestra historia, seamos un país mejor, con una sociedad que respete, no sólo las normas, sino al prójimo.
Flavio Martín Dodero