lunes, octubre 23, 2006
- H 2 Ó -
Sabido es que la mayor parte de la superficie del planeta, esta compuesta por agua. Ocurre que básicamente es marítima (salada) Poco hay de agua dulce potable ó fácilmente tratable, a lo que se suma la depredación y contaminación de sus cuencas naturales, lo que hace un panorama más que alarmante para la vida en la tierra.
El agua es fuente de vida. Sin agua no hay vida.
En la Argentina recientemente se sabe que somos, juntamente con Brasil, Paraguay y Uruguay, poseedores de una de las mayores reservas naturales de agua subterránea: el acuífero Guaraní, que si lo sumamos a los hielos eternos del sur, nos encontramos, sin lugar a dudas, entre las naciones más afortunadas del planeta.
Pero somos tan desidiosos e irrespetuosos los argentinos, que continuamos depredando y contaminando. No nos alcanza con la vergüenza histórica del Riachuelo que vamos por el Delta del Paraná. El río Reconquista y sus aguas, que bajan “más que turbias” están destruyendo uno de los paisajes y ecosistemas más importantes de nuestro país.
Sería bueno que tomemos conciencia de lo que pasa, ya que ante la incapacidad de los irresponsables de turno, debería prevalecer la capacidad ciudadana.
Ricardo A. Carrasquet
Realizador Audiovisual
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