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jueves, septiembre 28, 2006
- PELANDO LA CEBOLLA -
Furor por la autobiografía de Günter Grass
Tras la confesión del escritor de su participación en las Waffen-SS, el libro "Pelando la cebolla" casi se agotó un día después de ser puesto en venta en Alemania
BERLIN (EFE).– La autobiografía del escritor alemán Günter Grass "Beim Haeuten der Zwiebel" ("Pelando la cebolla") quedó casi agotada el día siguiente de salir a la venta, en pleno revuelo mediático por la confesión del autor de que estuvo en las Waffen-SS.
Unos 130.000 de los 150.000 ejemplares de la primera edición, puesta a la venta el miércoles, se han vendido ya, indicaron hoy fuentes de la editorial Steidl, y está a punto de salir una segunda tirada de 100.000.
Grass anunció, en una entrevista con "Frankfurter Allgemeine", que en el libro hablaba por primera vez del período que pasó en ese cuerpo hitleriano, a los 17 años y sólo por unos meses, poco antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.
La revelación causó un gran revuelo, puesto que hasta ahora en las biografías del premio Nobel de Literatura y Príncipe de Asturias 1999 se explicaba que había servido como auxiliar de artillería en el ejército.
La confesión precipitó un alud de opiniones acerca de por qué había callado tanto tiempo un escritor al que se considera consciencia moral de Alemania y por qué se había decidido a contarlo ahora, 60 años después.
En plena controversia, se llegó a plantear si podía perder algunas de sus distinciones, como el Nobel de Literatura o el título de hijo predilecto de la ciudad polaca de Gdanks.
Entretanto la Fundación Nobel descartó esa posibilidad, tras recordar que no ha ocurrido nunca ni está previsto que pueda pasar, mientras que el ayuntamiento de Gdanks tampoco lo ha planteado.
Curiosamente, parece que ni siquiera es, en rigor, una confesión, puesto que Grass había declarado ya a los aliados estadounidenses que fue soldado de ese cuerpo, en el período que pasó como prisionero de guerra, tras la Capitulación alemana.
Las actas estaban abiertas a consulta pública en los archivos de la Wehrmacht, en Berlín, pero al parecer no se había reparado, hasta ahora, en esos documentos ni el autor había hablado más de ello.
Tras la confesión del escritor de su participación en las Waffen-SS, el libro "Pelando la cebolla" casi se agotó un día después de ser puesto en venta en Alemania
BERLIN (EFE).– La autobiografía del escritor alemán Günter Grass "Beim Haeuten der Zwiebel" ("Pelando la cebolla") quedó casi agotada el día siguiente de salir a la venta, en pleno revuelo mediático por la confesión del autor de que estuvo en las Waffen-SS.
Unos 130.000 de los 150.000 ejemplares de la primera edición, puesta a la venta el miércoles, se han vendido ya, indicaron hoy fuentes de la editorial Steidl, y está a punto de salir una segunda tirada de 100.000.
Grass anunció, en una entrevista con "Frankfurter Allgemeine", que en el libro hablaba por primera vez del período que pasó en ese cuerpo hitleriano, a los 17 años y sólo por unos meses, poco antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.
La revelación causó un gran revuelo, puesto que hasta ahora en las biografías del premio Nobel de Literatura y Príncipe de Asturias 1999 se explicaba que había servido como auxiliar de artillería en el ejército.
La confesión precipitó un alud de opiniones acerca de por qué había callado tanto tiempo un escritor al que se considera consciencia moral de Alemania y por qué se había decidido a contarlo ahora, 60 años después.
En plena controversia, se llegó a plantear si podía perder algunas de sus distinciones, como el Nobel de Literatura o el título de hijo predilecto de la ciudad polaca de Gdanks.
Entretanto la Fundación Nobel descartó esa posibilidad, tras recordar que no ha ocurrido nunca ni está previsto que pueda pasar, mientras que el ayuntamiento de Gdanks tampoco lo ha planteado.
Curiosamente, parece que ni siquiera es, en rigor, una confesión, puesto que Grass había declarado ya a los aliados estadounidenses que fue soldado de ese cuerpo, en el período que pasó como prisionero de guerra, tras la Capitulación alemana.
Las actas estaban abiertas a consulta pública en los archivos de la Wehrmacht, en Berlín, pero al parecer no se había reparado, hasta ahora, en esos documentos ni el autor había hablado más de ello.
